En el marco de la «Vidriera Genética» realizada en la Sociedad Rural de Las Colonias, el titular de la entidad trazó un panorama sombrío de la actividad tambera.
Según el titular de la entidad, esta es la edición número 17 de un evento que refleja el potencial lechero de toda la región. «Al principio teníamos pocas expectativas respecto de la cantidad de hacienda, pero la verdad que finalmente, nos superó. Estamos alrededor de las 600 cabezas entre terneras, vaquillonas para entonar, algunas vacas de muy buena genética de un tambo particular, vaquillonas, paridas y al parir. Y las cuatro o cinco cabañas que se acercaron también para este remate especial».
Según el productor, que haya un mayor número de animales en la subastas realmente refleja que la sequía fue muy grave. «Veníamos de tres años secos, y este último fue el peor de todos. En los otros años anteriores, medianamente las reservas se podían hacer, tanto sea de silo como de rollo. Pero este año fue muy crítico, calculá que con una hectárea de maíz normalmente te da de 10 a 13 metros de bolsa y este año los promedios anduvieron en 4 metros. Reserva de rollo prácticamente no se hizo nada; los productores están comprando, y a altos costos. Y los otros rollos que se están utilizando son todos de baja calidad, que mayormente son para la vaca seca y la de preparto (que no son los rollos de calidad que necesitaría comer ese animal)».
El «massazo»
Según referenció Zurverra, está todo muy complicado «y agravado por este dólar agro, que al productor tambero y al ganadero también le implica un gran aumento en los costos del balanceado, porque todos los alimentos tienen algún componente de soja y con los valores que tiene hoy la soja, al productor lo complica mucho. Si normalmente con un litro de leche se compraban dos kilos de maíz, hoy no llegas ni a comprar un kilo un kilo 100, o sea que muy complicado ese tema».
Con ironía, opinó: «Yo me pregunto si pretenden destruir el tambo y la ganadería. Porque al paso que vamos ya todos los días, te enterás la novedad de un tambo que se está cerrando, y además de todos los pequeños productores o medianos productores que son los que por ahí están sufriendo más. Y ni hablar el tema de los alquileres. Porque hoy por hoy, el productor mayormente está alquilando el campo y los valores no son más en litros de leche, sino que te piden quintales de soja».
Ese es un tema clave. «Hoy con esos precios no le pueden alquilar un campo a nadie porque el productor no puede salir a alquilar los campos. Se está yendo a una concentración muy grande y eso va complicando la cosa, porque va a quedar mucha gente, muchos productores en el camino. El gran desarraigo que hay en la parte rural, porque la gente se va, se cansa. Quedan las taperas y quedan los campos naturales, es muy complicado. Vos sabés muy bien que el tambo produce arraigo y que la ganadería produce mucha mano de obra, en todo sentido, así que bueno, esperemos que se cambien las medidas porque veo un futuro muy complicado».