Según el titular de la Cámara de Puertos Privados y Comerciales, Luis Zubizarreta, la huelga dispuesta por los recibidores de granos agrava la mala imagen del país como proveedor de alimentos.
Los embarques de granos en los puertos de Rosario siguen obstaculizados desde el lunes debido a una medida de fuerza dispuesta por el gremio de recibidores de granos Urgara.
La protesta forma parte de un reclamo intersindical por un conflicto por un puerto en la ciudad de Buenos Aires y por el impuesto a las Ganancias que se aplica a los salarios de los trabajadores.
Por eso mismo, el titular de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, Luis Zubizarreta, le remarcó a EL CAMPO HOY que no tienen nada que ver con la medida.
«Ayer hubo un paro y ahora entiendo que no está muy claro, pero pero va a haber algunas medidas de fuerza en algunos turnos, digamos está generando un un problema que en realidad está perjudicando a toda la salida de nuestros productos desde las terminales portuarias y en un conflicto en donde las terminales no tenemos nada que ver en definitiva».
Según explicó, la protesta viene por otros temas «en donde nosotros no estamos involucrados, pero que de alguna manera se va generando presión a través de estos paros que tienen un impacto evidente en el flujo de exportaciones».
Logística trabada
El referente de la entidad explicó la mecánica de carga y descarga: «llegan los camiones (está empezando la cosecha como todos saben) y en la medida que tenemos un programa de embarque, con lo cual van llegando los barcos que se supone que tienen que entregar ese producto en un plazo determinado a los clientes de Argentina en el mundo. Pero como hay un paro en el puerto esto no funciona, por lo tanto puede suceder que no recibamos los camiones y además no podemos cargar los barcos. Con lo cual, los barcos empiezan a facturar por esa una demora. Pero más allá de ese costo económico, vamos quedando mal con nuestros clientes y lamentablemente la Argentina recurrentemente tiene este tipo de medidas de paros que van generando una desconfianza en los compradores principales. Entonces, eso tiene también un costo en el precio que nos pagan: cuando pasás a ser un proveedor no tan confiable o que no cumple certeramente con los compromisos».
A partir de allí, entiende que los clientes del mundo, los compradores de Argentina buscan otras alternativas para vender. «Si le compro a un exportador argentino, yo sé que ahí voy a tener problemas y le pongo una prima de riesgo».
En ese sentido, el industrial razona que los trabajadores quizás tengan razón en su reclamo, aunque los costos del reclamo los pagamos todos.
«Parando los puertos de Argentina se genera un daño enorme a toda la sociedad y por eso llamamos al diálogo»
Según agregó, «necesitamos seguir trabajando en este momento tan complejo de la Argentina y nos parece que el camino no es cortar los puertos para generar respuestas».
Contexto difícil
Según analizó, lamentablemente va a haber menos granos y eso hace que las plantas van a tener mucha capacidad ociosa.
«Lo que está pasando este año es que justamente ante esta merma, la producción argentina está importando soja de los países vecinos (cosa que habitualmente hacía, pero este año va a ser un volumen mayor)».
Lo hace para mantener la actividad las plantas industriales y de alguna manera esta soja que se importa después se re exporta industrializada agregando valor y generando dólares a la economía.
«Pero es un proceso mucho más complejo, en donde la logística está funcionando bien. En definitiva los puertos están operando, pero va a ser un año como para toda la cadena agroindustrial un año súper duro. Con mucho menos volumen con mucho menos trabajo y bueno, le pondremos el hombro y seguiremos haciéndolo, pero va a ser complejo. Esta es una cadena que apunta siempre trabajar mirando a largo plazo».
Dólar soja 3
«Estamos en un momento muy complicado. Entiendo que el objetivo del Gobierno claramente con esta iniciativa es generar un flujo de divisas para fortalecer las reservas. La venta viene más lenta, hay que recordar también que lamentablemente los mercados tampoco ayudan porque además de que tenemos una cosecha muy chica nuestros vecinos (Brasil) tienen una mega cosecha récord absoluta y eso hace que los precios estén deprimidos», sostuvo.
Y cerró opinando que eso tampoco genera mucha expectativa de ventas, así que la medida va más lenta.
«Nosotros desde Acsoja, lo que venimos siempre diciendo es que necesitamos medidas de fondo.»
«Esta es una cosecha que en tanto proceso cíclico van a venir nuevas cosechas, pero para que tengamos una cosecha más grande, tenemos que darle señales al productor de que las cosas cambian y creemos por eso, que hay que trabajar en esos cambios de fondo que tanto necesita la Argentina para que nuestro sector produzca en base a su potencial».
