En el transcurso del año el movimiento de invernada es 6.5% menor a 2019. También es inferior la cantidad que va a engorde en los feedlots. La volatilidad económica sería la clave.
Tal como ocurrió hasta al momento con el avance del coronavirus en Argentina, la zafra de terneros al mes de abril muestra una “curva achatada” en cuanto a oferta de animales. Esta retención de los productores se explicaría, según el último reporte semanal de RosGan, por una apuesta por la actividad de los ganaderos, tanto por una perspectiva favorable para el negocio como por la necesidad de preservar el capital en una economía volátil. En el mercado, esto implica que los precios de la hacienda de invernada haya escalado 6% en el último trimestre.
Según los datos de movimientos de terneros y terneras con destino a cría e invernada registrados por el SENASA, durante el primer cuatrimestre de este año se transportaron 3.311.948 animales, un 6,5% menos que los 3.541.183 terneros movidos en igual período de 2019.
Ese volumen de hacienda movilizada en los primeros cuatro meses de este año representan el 22% de las 14.964.614 cabezas en stock bajo esta categoría a fin de diciembre. Esta relación también resulta inferior a la registrada en los últimos dos años, frente al 24% registrado en 2019 y al 25% en 2018.
RosGan estima que, de continuar con esta tendencia, es posible que en mayo se den movimientos ligeramente superiores a los de abril, “aunque muy probablemente comenzando a curvar su trayectoria, configurando lo que sería una salida de los campos más aplanada y prolongada en el tiempo”.
En comparación con igual época del año pasado, hasta el mes de abril sólo el 22% de los terneros que salieron de los campos fue para abastecer los engordes a corral (feedlots), mientras que el año pasado esa proporción fue de 24%, “marcando a su vez, el nivel más bajo en los últimos cinco años”.
“Esta puja que estamos viendo entre invernadores y feedloteros, es justamente la que empuja el valor del ternero a una relación de compra que, en plena zafra, escala por tercer mes consecutivo para aproximarse a los niveles máximos de los últimos 10 años”, precisó el análisis institucional.
La estadística indica que en los últimos tres meses el valor del ternero de invernada (referencia de 160 a 180 kg) trepó en promedio un 6% mientras que el precio del gordo (novillo) retrocedió un 3% en igual período.
“Detrás de todo existe un gran temor de parte del productor de quedar descalzado sin poder reponer la hacienda que va saliendo de los campos y sin alternativas reales que aseguren igual nivel de resguardo del capital”, evaluó el informe.
FUENTE: Campolitoral/ROSGAN