Una sociedad de tres emprendedores de Avellaneda diseñó un sistema de producción de forrajes hidropónicos en ambientes controlados para reducir costos y aumentar la eficiencia productiva. Ganaron un importante premio local que los proyecta a futuro.

¿Qué pueden tener en común un productor ganadero (además experto en refrigeración); un estudiante de mecatrónica y un técnico superior en programación?: el campo. Y la inquietud por juntar sus saberes detrás de un sistema de alimentación eficiente y sustentable, que los llevó a asociarse tres años atrás.

De sus 66 años, René Peteán ya lleva muchos ligado a la ganadería. «A los 25 empecé de ganadero conociendo que la vaca tenía el cuero y 4 patas, pero tuve un gran maestro que me fue enseñando: un primo hermano con muchos conocimientos, nacido y criado entre las vacas, y que junto a su hijo (que luego se recibió de veterinario) me capacitaron mucho», recuerda. «Ir a la Pampa, dimensionar el impacto de la seca; pasar luego a estar en el monte; armar un feedlot; aprender Inseminación Artificial con Cabaña Las Lilas», fueron forjando un currículum a campo que le permitieron adquirir experiencia con más profundidad.

 

 

 

Y al ir encontrando los problemas propios de la actividad, ir a la par buscando las soluciones. «Un día, haciendo reposo por una dolencia, empecé a estudiar distintas formas de forraje, y surgió este tema: empecé a experimentarlo, y anduvo muy bien. Pero mi primo se ganó el Quini 6 y me compró las vacas», recuerda con una sonrisa. «Por eso me propuse volver a las vacas cuando yo pueda darles el alimento, sin depender del clima ni de la logística», rememora. «Y a esto lo podés fabricar en el fondo de tu casa, necesitás tener 220 y agua, nada más», agrega son simpleza.

 

 

Una cuestión de actitud

Peteán sostiene que a este sistema el ganadero joven lo entiende mejor que el experimentado, «que tiene 100 vacas y está conforme con 55 terneros». En ese sentido, expresa que hay muchos paradigmas que van cambiando, sobre todo el tema de la vaca, que en otras partes del mundo es lo que más se cuida, porque es la fábrica de la carne, «y acá en algunos campos le podés contar las costillas». Además, opina que hoy el toro es importante, «pero ya se lo está usando para repaso, mientras que a la vaca queremos tenerla siempre en óptima condición».

El emprendedor recuerda que detrás de esa idea se acercó a la Secretaría de la Producción de Avellaneda «con mi experiencia como ganadero. Yo ya lo había experimentado al aire libre, pero tenía sus complicaciones». Luego de dos años de trabajo, decidieron largarlo, una vez que ya lo tenían probado. «Hay algo similar en Australia, pero tuvimos que adaptarlo a las temperaturas y humedades extremas de nuestro país», afirma René, quien asegura que lo más difícil fue encontrar el punto de equilibrio, y que una vez alcanzada la meta lo empezaron a probar con hacienda. El Parque Industrial les facilitó un piquete y ahí empezaron.

La Cabina

El forraje se produce en una cámara de 5×2 con paneles modulares, estanterías y bandejas con lluvia, iluminación, ventilación y ozono, en un ambiente sin fitosanitarios, que les permite sacar de 36 a 46 tn. anuales. De 500 gr de semilla seca que se procesa con remojo se llega a una producción de 3,6 kg de forraje en 7 días. «Y una vez que vos tenés el kilaje regulás con el veterinario la dieta. Apuntamos a la ganadería de precisión, para tratar de tener ese ternero en 13 meses que la vaca enseguida poder recuperar ese vientre que necesita comida».

Petean insiste con un concepto central. «Los índices de parición son del 50 a 55 % en la media general. A esto hay que mejorarlo, y esto lo puede hacer, es un gran complemento».

Ensayo exitoso

Una vez consolidado el sistema, hicieron una experiencia de engorde: 75% forraje verde hidropónico, 10 % semillas algodón («tenemos la desmotadora acá nomás»), 10 % semillas maíz, y un 3 a 4 % de complejo vitamínico. En 6 terneros lograron un promedio de 920 gramos por día con ese tipo de ración. «Creemos que con los números es muy razonable el sistema, no es complejo, lleva una hora por día de preparación aproximadamente».

 

 

Además, la cabina se controla por el celular, lo que permite conocer la humedad, temperatura y oxígeno. «Donde estás podés saber lo que pasa dentro de la cabina, con una cámara que se puede girar. Donde no hay energía, energía solar. Donde hay problemas de agua, también se está trabajando sobre eso. Inclusive se puede llegar a automatizar, esto no se detiene, y eso es lo que entusiasma, es para toda la ganadería, chivos, ovejas, cerdos, caballos, lecheras» sintetiza René, con un entusiasmo que contagia.

El complemento ideal

Damián Zamer es técnico superior programador y Gonzalo Nóbile, técnico superior en mecatrónica. Trabajan en Control Agro banderillero satelital. Luego de transitar una búsqueda similar a la de René, se terminaron encontrando. «Arrancamos hace 3 años con Gonzalo porque venimos del campo, con la necesidad de encontrar una alimentación más económica que sirva para hacer más eficiente los procesos de alimentación ganadera», recuerda Damián.

«Conocíamos a la hidroponia pero a nivel teórico, y comenzamos con pruebas caseras. Fuimos la Secretaría de la Producción local con una incubadora de empresas, y el responsable del área nos dijo que hacía un tiempo había llegado una persona con la misma idea y nos puso en contacto con René Peteán, quien ya estaba buscando lo mismo».

Nos reunimos los tres, cada uno planteó en que estaba trabajando y se propuso armar un grupo. Él tiene una empresa de refrigeración y para este sistema necesitamos un sistema térmico, así que sus conocimientos venían como anillo al dedo», recuerda.

 

El producto

«Hidrofuturo se dedica a la producción de forraje verde hidropónico en ambientes controlados en cámaras modulares, diseñadas a medida y dependiendo de las necesidades de cada productor», asegura Gonzalo Nóbile, el tercer eslabón del emprendimiento.

En las cabinas se produce forraje verde hidropónico en ambientes controlados, con controles automáticos de riego, iluminación, temperatura, controles fitosanitarios, y la posibilidad de monitorearlo de forma remota a través de una APP en una página web, y la agregaron una cámara de monitoreo en vivo. «No es para mirar las 24 horas, sino para chequear en el momento que pueda surgir algún inconveniente», aclara.

Para los ensayos usan avena, trigo y maíz, «con las 3 nos fue muy bien, con rindes dentro de los parámetros hidropónicos: por cada kilo de semillas que se pone en el sistema, en una semana entrega de uno a siete kilos de forraje. También se puede utilizar cualquier semilla forrajera y hasta oleaginosas». Se introduce la semilla en el módulo para que germine, se va formando una capa de raíz de un centímetro y medio aproximadamente, y un tallo de 15 cm, una biomasa vegetal que se suministra de forma directa a los animales.

«Ya terminamos la etapa de experimentación con una cabina para generar toda la información en manejo, de semilla, etc. Vendemos las cabinas que se instalan en el campo lo más cercano a los animales. Se dimensiona el tamaño de la cabina al requerimiento de cada productor. «Al ser un sistema modular térmico con paneles, no tenemos limitantes de tamaño. Es un sistema que se adapta a las necesidades del productor: para una recría, pera un tambero, un destete, es todo adaptable», afirman. «Es una herramienta nueva que ayuda a avanzar en ganadería de precisión, una actividad con márgenes muy justos, por lo que esto sirve para ser más eficiente».

Ventajas del sistema

Produce alimento todos los días del año a bajo costo: el método de cultivo permite producir de tal manera que se pueda programar la producción de forraje, aparte de eso los costos son bajos. Independencia climática: si se adapta el sistema a un ambiente controlado, se puede lograr que el clima no sea un inconveniente para producir. Ahorro de agua: una de las particularidades del forraje verde hidropónico es que su riego es controlado y lo más optimo posible. Fácil manejo y producción: el procedimiento de producción de este alimento es fácil, sencillo y apto para que cualquier persona lo pueda realizar en un tiempo corto.

Un premio, una vidriera 

Días pasados, ganaron un importante concurso para ideas innovadoras, luego de lo cual, y al cabo de 4 meses en capacitación para formar el modelo de negocios, financiero, marketing, se pasó a las evaluaciones. De más de 70 proyectos salieron en primer lugar.

FUENTE: Campolitoral

Autor: Federico Aguer

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