Al menos 10 plantas frigoríficas dejaron ayer de faenar, lo que podría abrir la puerta a inminentes problemas para el abastecimiento de carne vacuna.

La novedad fue informada esta noche por la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif) y, según pudo saber LA NACION de fuentes del sector cárnico, en la decisión se mezclan motivos que van desde la falta de retiro de cueros por parte de las curtiembres, el temor a contagios entre los empleados y hasta razones económicas en medio de la pandemia por el coronavirus.

Si bien hay una decena que frenó sus actividades, no se descarta que puedan ser más en las próximas horas. No está claro cuánto durará la parálisis.

De acuerdo a fuentes consultadas del mercado, entre las empresas que están en esta situación se encuentran Rafaela Alimentos, Arrebeef, Friar Nelson (esta firma frenó su accionar al detectarse el jueves pasado un médico con sintomatología positiva a coronavirus), Black Bamboo, Frigorífico Alberdi, La Anónima Speluzzi, Carnes Pampeanas, Swift Venado Tuerto y Subpga.

Como informó LA NACION, la semana pasada las curtiembres dejaron de retirar los cueros de los frigoríficos ocasionando graves problemas para el proceso productivo . Tras un pedido del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), eso se restableció, pero parcialmente.

Encima, dicen en el sector, están faltando protocolos sobre cómo operar si se presentan casos positivos de empleados. Vale recordar que Friar, de la localidad de Nelson, directamente cerró sus puertas hasta el 6 de abril al conocerse el caso positivo de un médico que trabaja en el lugar.

«Las empresas operadoras de unas diez plantas frigoríficas de distintos puntos del país han decidido no operar durante la semana comenzada hoy. Esta situación debilita a las demás plantas que, cumpliendo correctamente su rol en la emergencia, continúan trabajando y para ello convocan diariamente a su personal (excepto, claro está, a quienes integran los grupos de riesgo, los que representan aproximadamente el 18% de las dotaciones)», indicó Cadif en su comunicado.

Según la entidad, «antes de conocerse esas paralizaciones voluntarias, ya resultaba difícil mantener altos los ánimos del personal excluido de la cuarentena».

«Resultó necesario apelar a la épica de la solidaridad, recalcando a diario -entre otras cosas- que todos los trabajadores de las actividades esenciales están cumpliendo un rol imprescindible en esta emergencia. Porque es preciso evitar males mayores y para eso, es fundamental que los médicos y otros trabajadores de la salud, policías, recolectores de residuos, trabajadores rurales, expendedores de combustibles, minoristas de alimentos y farmacias y los obreros y empleados de las empresas alimenticias -entre otros- continúen yendo a trabajar», agregó Cadif.

En este contexto, un industrial cárnico señaló ante una consulta que «se hace muy difícil convencer a los propios que se expongan y se sobrecarguen de trabajo para cubrir licenciados mientras en otras plantas hay pares que pueden aislarse en casa».

De acuerdo a Cadif, en cuanto al conflicto con las cuertiembres «muchas plantas continúan sin destino para los cueros de las faenas diarias».

Por otra parte, Cadif pidió protocolos en caso de la detección de casos positivos entre los trabajadores de la industria.

«Consideramos imprescindible elaborar, discutir y tener listo con anticipación un protocolo para casos positivos de Covid-19 en plantas de alimentos, a efectos de que en caso de ocurrir ese desgraciado pero previsible evento, se adopten con la máxima celeridad las medidas no caóticas correspondientes que permitan la continuidad de la operatoria, previo adoptarse los recaudos previstos para el caso», precisó la cámara frigorífica.

FUENTE: La Nación

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