Luego de verifiarse la infección el viernes 19 en una granja en General Racedo, Senasa activó el protocolo sanitario. La granja afectada, que albergaba aves adultas y de recría, se encuentra en una zona densamente poblada por aves, lo que ha generado un alto riesgo de propagación del virus.

Unas 13.000 gallinas ponedoras debieron ser sacrificadas en General Racedo, a pocos kilómetros de la capital de Entre Ríos, como resultado de la detección de un brote de influenza aviar (IA) H5 que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó el viernes 19 de mayo en aves de una granja comercial .

El supervisor de Senasa en la zona, Cristian Gómez, confirmó el rifle sanitario en declaraciones a LT 14 Radio Nacional General Urquiza y brindó una descripción del cuadro sanitario en la zona.

La granja afectada, que albergaba aves adultas y de recría, se encuentra en una zona densamente poblada por aves, lo que ha generado un alto riesgo de propagación del virus. Ante esta situación, se ha tomado la decisión de sacrificar la totalidad de las aves afectadas.

Este sacrificio masivo se llevó a cabo como medida preventiva para contener la propagación del virus y evitar mayores consecuencias. La operación estuvo a cargo de profesionales del Senasa, quienes contaron con la colaboración de baqueanos contratados en Crespo.

Tras la eliminación de las aves afectadas, se procederá a la limpieza exhaustiva de la granja. Sin embargo, será necesario esperar un período de 14 días para realizar el primer control y luego se requerirán otras dos semanas para que la explotación avícola pueda reanudar la producción. Durante este tiempo, se implementarán medidas de monitoreo estrictas para asegurar que no se produzcan nuevos casos de influenza aviar.

Esta detección de influenza aviar en Entre Ríos, la principal provincia productora de aves del país, ha generado preocupación en el sector avícola. El sacrificio masivo de gallinas es una medida drástica pero necesaria para proteger la salud de las aves y evitar la propagación del virus a otras granjas cercanas.

Las autoridades de Senasa han destacado la importancia de actuar con celeridad y precisión para controlar la situación y proteger la industria avícola de la región. Asimismo, se han implementado medidas de control y restricción de movimientos en un radio de tres y siete kilómetros alrededor del brote, afectando a cerca de 60 granjas dedicadas a la producción de carne y huevos en el área.

Se espera que estas medidas y acciones preventivas contribuyan a contener el brote de influenza aviar y proteger la salud de las aves de la región. La vigilancia continua y la cooperación de todos los actores involucrados son fundamentales para prevenir la propagación de esta enfermedad aviar y salvaguardar la industria avícola en Entre Ríos.

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