Según Josefina Ildarraz, en Entre Ríos la medida del gobierno nacional tuvo un impacto directo en los precios de la hacienda. Pese a ello destaca la vocación de los ganaderos de seguir apostando al país a través de la compra de buenos reproductores.

Es la cara de la tercera generación de una de las casas consignatarias más importantes del país. Junto a su padre Roberto y su hermano Juan Antonio llevan adelante una firma, cuya principal actividad es la comercialización de hacienda y campos, aunque también son productores y criadores de caballos cuarto de milla.

 

 

En diálogo con Campolitoral, remarcó la importancia de las nuevas tecnologías para hacer más eficiente la comercialización de hacienda. «El mayor cambio fue la incorporación de las tecnologías en el sector ganadero, a través de los remates televisados. Fuimos socios fundadores del Rosgan que fue revolucionario a nivel de mercados. Lo habíamos intentado antes y no pudimos porque no estaba preparado el sistema para hacerlo», recuerda.

Según Josefina, no caben dudas que el mayor beneficio del sistema es que el productor no mueve la hacienda, «por lo que no dependemos de cuestiones climáticas para realizar los remates; todos los cambios fueron para bien», enfatiza.

Impacto directo

Consultada sobre los alcances del cierre exportador en Entre Ríos, fue categórica. «Lamentablemente estamos en mano de personas que no benefician al país en general y al productor ganadero en particular. Necesitamos que nos dejen producir, mi familia es productora y lo vivimos de cerca en cuanto a la falta de libertad para producir. Podemos darle de comer al país y al mundo, pero con los impuestos y trabas de este gobierno cada vez se hace más difícil», reconoce.

En cuanto a los precios y las ventas, admite que el cierre exportador no está impactando a nivel de venta de reproductores, pero sí en la hacienda general. «No lo vimos tanto en los remates de las cabañas, por la gran demanda de toros y de vaquillonas que por suerte están yendo bien. Pero sí el impacto es muy concreto en las categorías exportables, en donde hay un decaimiento profundo de precios consecuencia de las ultimas políticas. La vaca de invernada para faena está con una merma del 60 % del precio, y a veces ni siquiera se vende. El productor la tiene que llevar de vuelta al campo, sobre todo en los remate ferias más chicos con poca hacienda esto es cada vez más frecuente».

Invertir en el país

Según destacó, más allá de estos problemas, la vocación ganadera sigue viva. «El productor sigue apostando al país. La gente cuando tiene algo de dinero lo vuelca a la seguridad que es la vaca o el toro, y en los remates de cabañas, los precios vienen siendo muy buenos. Trabajamos con Hereford y Braford y ahora tenemos el remate Angus de Don Pastor , que promete. Es un remate que hacemos con el grupo Margulis, que son los dueños de la cabaña. Ellos hacen el ciclo completo desde que nacen hasta que se convierten en carne, y en este remate anual de reproductores venden 80 toros y 200 vaquillonas. Este año destacamos que la mitad de los toros son colorados y 70 vaquillonas también. Muchos lo usan para cruzar con otras razas. Hay lotes muy destacados de toros y vaquillonas, rústicos, toda hacienda inmunizada».

Preofertas

«Los clientes vuelven a comprar, y eso quiere decir que el producto es bueno, y estamos ampliando el sistema de pre ofertas», dice y agrega que a medida que pasa el tiempo, esta herramienta crece fuerte por los beneficios para ambas partes. «Este año es de un 60 % contra el 40 % del año pasado, porque implica un beneficio concreto a través de un porcentaje del 6 al 4 % de descuento por la compra. Todos tienen algún beneficio», explica.

 

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