El sector exportador se encuentra expectante ante el cambio de escenario que sugiere la llegada del nuevo gobierno.

Aun sin certezas respecto de los tiempos de ejecución, la expectativa de cambios inminentes en materia de desregulación comercial permite vislumbrar un futuro promisorio para el sector. En este sentido, el último informe ROSGAN destaca que la industria ya descuenta una corrección del tipo de cambio oficial que, sumado a una eventual quita de retenciones, significaría una mejora sustancial de su ecuación comercial, además de medidas como la eliminación de los cupos para exportar o la liberación definitiva de los llamados «cortes populares», que sin duda permitirán al sector expresar todo su potencial exportador desde el minuto cero.

Es en este contexto, signado por fuertes expectativas de cambio, bajo el cual en las últimas semanas se ha marcado una tendencia muy firme en los precios tanto de los novillos pesados como también de las vacas, dos categorías con perfiles netamente exportadores.

La semana pasada, el Mercado Agroganadero volvió a mostrar importantes alzas en el precio del novillo, por el que llegó a pagarse hasta $1.300 el kilo vivo, equiparando ya los valores pagados por un novillito de 100 kilos menos.

Algo similar sucede con las vacas -especialmente la flaca, un tipo de hacienda mayormente demandada por la exportación- que marcó pisos de $800 el kilo contra una vaca gorda de buena terminación con topes por debajo de los $1.000, como valor corriente.

Sucede que, a diferencia del consumo, la capacidad de compra de la exportación ya había comenzado a corregirse parcialmente tras la implementación de un dólar diferencial para la exportación de carne por lo que es hoy donde se concentra la mayor expectativa de ajuste que descuenta el mercado.

En este sentido, la primer corrección del tipo de cambio para la exportación se produjo tras las elecciones de primer término de octubre, al implementar una fórmula de cálculo que contemplaba la posibilidad de liquidar hasta un 30% de las divisas ingresadas producto de las ventas al exterior en el mercado financiero mejorando en más de un 45% el tipo de cambio oficial, manifiestamente retrasado. Seguidamente, una segunda corrección entró en vigencia luego del ballotage presidencial de noviembre, incrementando al 50% dicha proporción lo que supuso una mejora adicional del llamado «dólar exportador» en torno al 20%, a valores de entonces.

Lo cierto es que este esquema que regía hasta la asunción del actual gobierno acaba de vencer el pasado domingo, 10 de diciembre, por lo que el mercado se encuentra plenamente expectante de las nuevas medidas que podrían anunciarse en los próximos días.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here