Javier Dellamónica (*)
Nos referimos de esta manera para resaltar las bondades que nos ofrecen la posibilidad de recorrer, conocer y lo más importante, interactuar, con el entorno rural.
Las alternativas turísticas permitieron desarrollar destinos no tradicionales, y ese es el punto que nos toca. De la experiencia, me quedo con las vivencias que nos dejan cada uno de los “personajes” que hacen a una comunidad y que se comprometen a ser partícipes de la propuesta turística.
La iniciativa surgida de Pueblos Rurales nos permite conocer la forma vida, su historia, que también es nuestra y los más importante, cómo pensamos el lugar sin transformar su autenticidad.
El desafío es permitirle a cada uno de sus pobladores una instancia de participación que los contenga.
Así pensamos el turismo rural, como una propuesta social y responsable, que tiene por objeto el rescate de la identidad y la revalorización de su gente.
Cuando hablamos del Encanto de los pueblos rurales, no referimos al testimonio de nuestra gente.
Transmitir vivencias, rescatar la historia, mostrar el trabajo de campo, en síntesis preservar la identidad del espacio rural, hace de esta propuesta algo único para ser vivida.
En el marco de un trabajo de planificación, mediante la participación y el intercambio de experiencias su busca desarrollo que perdure en el tiempo y que priorice las necesidades de las poblaciones locales.
(*) Especialista en Turismo Rural
