Cuatro trabajadores del río de Colastiné Sur se asociaron para emprender la cría de pacúes en jaulas. Luego de superar las dudas iniciales lograron su primera producción, la que promocionan por redes sociales y que ya venden a pedido en la capital santafesina.
«Desde el año 2010 venimos siguiendo con atención la posibilidad de criar peces cautivos en jaulas en el río Colastiné, por lo que participamos en diversas charlas informativas en Santa Fe, en San Javier y en Mar del Plata; siempre con la idea de algún día poder lograr el objetivo de iniciar un proyecto sustentable hacia el futuro, y amigable con el medioambiente», afirma Carlos Milocco, titular de la Asociación civil de Pescadores de la provincia de Santa Fe.
Pero para que el sueño se haga realidad, debió transcurrir mucha agua debajo del puente, hasta que finalmente el año pasado pudieron iniciar el proyecto, «ya que entendíamos que la piscicultura no es sólo un camino para generar ingresos genuinos y solucionar el estado socieconómico que tienen los pescadores hoy en día, sino también -y no menos importante- que con esta práctica se cuida el recurso ictícola, quitándole presión de pesca al río para producir nuestra materia prima (pescado fresco) y llevarlo a la mesa de todos los santafesinos», agrega.
Milocco recuerda que desde la Asociación iniciaron los trámites ante el Ministerio de la Producción de Santa Fe en 2018, para recibir la capacitación necesaria que les permitiera iniciar el emprendimiento. Así fue que recibieron en comodato 2 jaulas con 600 alevines (crías) de la especie pacú para sembrar en el río Colastiné. En el proyecto se involucraron 4 pescadores artesanales que se comprometieron a llevar a cabo la iniciativa.
En su elemento. El sistema de jaulas permite una cría saludable en un contexto físico y químico inigualable: el río Colastiné.
Al agua
Un dato particular es que el emprendimiento se hizo como prueba piloto, porque ya existen otros similares en distintas partes de la provincia. Por esto mismo, y por las características de la especie en cuestión, algunos miraron con escepticismo la supervivencia de esos primeros alevines. Sin embargo, Milocco nunca lo dudó. El pacú es una especie autóctona y tenía que resistir. Y en abril del 2019 se realizó la siembra de los pequeños peces al río. «Nosotros somos conocedores y nativos del lugar y sabíamos de las bondades del Río Colastiné; un río sano, limpio, con acceso directo del Paraná, y sostuvimos que era posible desde el primer momento», afirma con determinación.
Cosecha segura
Gracias a esa férrea convicción, días atrás alcanzaron el objetivo y realizaron la primera faena. En diálogo con Campolitoral destacaron con entusiasmo las características de su primera cosecha.
«En esta Semana Santa 2020, extraordinaria por la pandemia que nos azota y con una sequía histórica en la cuenca del Río Paraná, logramos producir y faenar un producto único en Santa Fe capital, llevar así a la mesa de todos los santafesinos este pacú de criadero fresco recién faenado sin congelar». Milocco explica que dicho así puede parecer poco, «pero si entendemos que cuatro pescadores comerciales esta Semana Santa no pescaron en nuestros ríos para abastecer la demanda de pescado, sino que produjeron su propio producto, esto significa que pudieron satisfacer sus necesidades económicas con una mirada sustentable sin dañar el recurso».
El emprendedor reconoce que nada de eso hubiera podido lograrse sin el apoyo del Estado Provincial, del Ministerio de la Producción de Santa Fe y la planta de Piscicultura instalada en San Javier en conjunto con sus responsables, biólogos y especialistas en la materia. «Gracias a esto estamos proyectando incluir más pescadores comerciales en este emprendimiento y duplicar la capacidad productiva para llegar a todos los hogares con una materia prima basada en alimento sano, sustentable y amigable con el medioambiente».
Prevenir antes que sea tarde
«Alejo» Mai es otro de los emprendedores que se asoció a Milocco. Pescador histórico de la zona, advierte que esta salida hacia adelante sea tal vez, la única alternativa de mantener su estilo de vida y multiplicar su fuente de ingresos. «No hay dudas que esta es la salida que vamos a ir encontrando a futuro», afirma. «Queremos seguir trabajando para que puedan ir sumándose más pescadores. El pacú es una especia nativa y estacionaria que con el tiempo se fue, por lo que hoy es una especie muy buscada. Yo soy pescador de la zona, y sé que en el río cada vez se puede vivir menos con la pesca. Este es un buen emprendimiento que me ayuda a seguir creciendo y queremos apostar a seguir en esto», dice con el empuje de quienes creen en un objetivo.
Equipo privado y público. La provincia proveyó las jaulas y las crías. Los pescadores, las ganas de aprender y producir cuidando el río que tanto aman.
Para tener en cuenta
Según la Dra. En Biología Eliana Eberle, responsable del programa piscícola del Ministerio de la Producción, la piscicultura es una gran apuesta, y es la prueba que este sistema de producción sustentable se puede hacer. «Puede ser realizado por pescadores que son quienes más conocen el río, y son quienes hoy realizan esta apuesta». Eberle reconoce que hay una fuerte intención oficial de potenciar el programa. «Desde el Ministerio tenemos en carpeta una gran agenda de capacitaciones sobre este tipo de producciones. Por eso estamos planificando una propuesta encaminada a hacer ciclos de capacitación con diferentes módulos para enseñar a privados y a la sociedad en general, apuntando a los ciclos iniciales, la reproducción, los materiales necesarios, el costo de iniciarse, cómo hacer una jaula y cómo posicionarla, etc. La realización de estanques, las variables físico químicas involucradas, en fin, generar toda la información necesaria para iniciarse».
Según la especialista, la bajante del río no dificulta este tipo de producciones. «El río varía mucho es sus componentes físicos y químicos, pero pese a la bajante podemos apreciar un cauce bien oxigenado que permite que los peces vivan bien».
También rescató el coraje de estos emprendedores. «Esta es una prueba clave, ellos se animaron a un desafío totalmente nuevo para dejar atrás la producción extractiva. Hay ciertas desconfianzas de parte de la sociedad, por eso queremos llevar adelante la capacitación para poder avanzar y que ellos se transformen en capacitadores para otros. Finalmente, que las escuelas costeras lo conozcan y lo aprecien como una salida a futuro».
Del río al plato. Los ejemplares alcanzaron un peso promedio superior al kilo 200. Ya los comercializan de forma particular en la ciudad.
Barreras a vencer
Desde este año, Colastiné Sur se suma a las localidades costeras de la provincia que ven en la piscicultura una salida laboral y productiva. Sin embargo, todavía falta mucho, sobre todo por intereses que poco ayudan a la sustentabilidad del recurso.
«Hay que entender la parte cultural del pescador y cómo funciona: es un ser individual, que no está acostumbrado a juntarse», afirman con una autocrítica saludable. Además, se debe mejorar el marco legal, ya que la ley debe contemplar a las 3 provincias involucradas y a los 700 kilómetros de costa santafesina. «No es lo mismo Villa Ocampo que San Javier ni Rosario: los modos de pescar, la comercialización, o la influencia de frigoríficos» afirman, en relación a la compra para exportación de piezas que no dan la medida.
Es más, al cierre de la nota lanzan una dura advertencia: «dentro de 4 años no va a quedar ni una palometa. Si matamos un animal al que le lleva 7 años crecer, no quedará nada. En 2023 no quedan más pescados. Las cohortes llevan 4 años de desarrollo, y con este nivel de depredación que estamos viendo hoy no quedará nada. El desastre lo veremos en 4 años, cuando vayamos al río y no haya nada» afirman.
Pero por ahora, a estos cuatro emprendedores nadie les quita la ilusión. Esas cuatro familias, por primera vez en la historia no le sacaron peces al Río para la Semana Santa. Y pese al COVID-19 están vendiendo su producción. «La pandemia cayó justo en esta Semana Santa que es cuando teníamos pensado un sistema comercial armado. Por eso comenzamos a vender por internet y a domicilio. Por primera vez se está comiendo un pacú fresco en Santa Fe, criado por nosotros», sostienen con una sonrisa de oreja a oreja, que ningún barbijo les puede tapar.
La Pampa y el agua
Según Rubén Alcaraz, director provincial de Producción Pecuaria y Aviar, esta es la «Pampa Húmeda de los recursos hídricos», ya que Santa Fe está bañado por costas, riachuelos, riachos, y el cauce natural del Paraná en los que podemos producir muchísimas toneladas de pescado. «Históricamente hemos consumido el recurso del río, pero este sistema que estamos patrocinando permite ayudar a reconvertir al pescador para que entienda que esta es una salida nueva para que la provincia de Santa Fe produzca toneladas y toneladas de pescado. Es una producción natural teniendo el recurso del río con una carne que es muy apreciada en los mercados internacionales».
Fuente: Federico Aguer/Campolitoral