En el marco del 3° Congreso Internacional de Extrusores se analizaron los casos superadores de Pymes agrícolas de todo el país que se convirtieron en industriales del alimento. Necesidades de un nicho vital para el crecimiento del interior de la provincia.


Con un importante número de asistentes, se realizó esta semana el Tercer Congreso Internacional de Extrusores, que en esta oportunidad tuvo como consigna: «seguir apostando a agregar valor en origen». Fue organizado por la Cámara Industrial de Extrusado y Prensado de Santa Fe (CIDEP), que pertenece a la Bolsa de Comercio de Santa Fe. Luego del Himno nacional, se rindió un homenaje al Ing. Agr. Mario Bragachini, fallecido este año, y que fuera uno de los impulsores más consecuentes del sector extrusor.

Apoyo 

En el inicio, el presidente de la BCSF, Ulises Mendoza sostuvo que al sector extrusor lo caracterizan dos factores que perfilan su singularidad: la incorporación de valor agregado en origen y la ocupación de mano de obra local.

«Datos del sector dan cuenta que en la provincia hay instaladas 102 plantas extrusoras. En el último lustro, la producción de expeller por extrusado creció un 20%. A nivel nacional, las plantas suman 353, según el RUCA, y ocupan 3.500 agentes, agregó.

Mendoza analizó que en el contexto de un año difícil económica y financieramente para el país, «ha sido un buen ejercicio para las plantas extrusoras, con una ocupación de la capacidad instalada promedio de 70%, en razón de que producciones de leche y de carnes vacuna, de cerdo y aviar, ocupan el producto para suplementar la alimentación», indicó.

Asimismo, consignó que «la exportación creciente de los alimentos argentinos a China y otros países del sudeste asiático, dinamiza también de crecimiento para la actividad extrusora. Ante estos hechos y otros, -continuó Mendoza-, este Tercer Congreso Internacional se debe entender como una oportunidad para intercambiar experiencias y para aportarle al sector una mayor visibilidad»

En la huella 

Sergio Bernardi, titular de CIDEP, remarcó quie la intención fue volver a darle al evento un fin didáctico, «porque al igual que nuestras plantas, se trata de procesos continuos. Que deben trascender los gobiernos con malos y buenos momentos». Y apeló a que se convierta en un espacio «para analizar experiencias, resultados, hacer negocios, contactar proveedores, pero también poder adaptarnos a las nuevas tecnologías y a la diversidad que nos permita diversificar nuestras plataformas empresarias. Un espacio en el que proveedores empresas y Estado podamos estar en contacto para potenciar, desarrollar y mejorar nuestros procesos».

En este sentido, Bernardi apeló a que desde CIDEP y la Mesa Nacional van a seguir promoviendo y divulgando al expeller como un producto de alto valor nutricional, como insumo básico para el desarrollo de los sectores ganaderos, lecheros, ovinos y avícolas.

«Pero también tenemos claro que esta es una cadena nueva, que involucra a otros actores, como las plantas de biodiésel, que usan el aceite que producimos, y que están pasando por un momento delicado». A propósito de esto, remarcó que estos no son tiempo fáciles para nuestro país, «y tampoco lo son para nuestro sector. El año pasado en este mismo lugar planteamos algunas cuestiones que queríamos necesarias e importantes para mantener la competitividad de nuestras empresas, y seguiremos trabajando con las cámaras colegas para que todos los estamentos del Estado podamos desarrollar las potencialidades que tenemos a favor».

Finalmente, destacó que las Pymes extrusoras están reclamando que se definan políticas claras sostenibles en el tiempo en materia energética, comercial y laboral. «Nuestras plantas generan 3.500 puestos de trabajo directo en todo el país, con agregado de valor en origen, trabajo genuino, productos de altas propiedades nutricionales, desarrollo de nuestro interior profundo, son y serán las bases de nuestro accionar».

El rol del sector público

La Lic. Andrea Valsagna, secretaria de desarrollo estratégico y resiliencia de la municipalidad de Santa Fe, destacó «la capacidad de nuestros jóvenes y desarrolladores, que son un ejemplo de resiliencia, que en definitiva es la capacidad de las personas, las instituciones y las ciudades para sobreponerse y estar cada vez mejor preparadas». Y que «debemos empezar a trabajar uniendo el conocimiento y la producción a través de un plan de desarrollo estratégico, que generará enormes beneficios colaterales».

A su turno, Carlos Pighín del Ministerio de la Producción de la Provincia, destacó que la agroindustria santafesina tiene una gran importancia, ya que «este sector con la cantidad de empresas produce 80 mil litros diarios de aceite, con todo lo que eso implica, para consolidar a Santa Fe como una de las provincias más elaboradoras de productos de origen agropecuario». Y enfatizó que en las actas constitutivas del CIDEP «ya apuntan a la productividad, a la calidad y al agregado de valor pensando en la generación del trabajo y el cuidado del medio ambiente. Ahí se resume el espíritu de este evento».

Programa bien cargado

Luego del acto de apertura, tuvieron lugar las dos primeras exposiciones técnicas. El Ing. Enrique Díaz (de Anderson Internacional), se refirió a: «Producción de aceite vegetal y harinas de altas proteínas a partir de semillas de oleaginosas». Luego, la Ing. Agr. Paola Scalise, de SENASA, expuso sobre: «Normativas técnicas y sanitarias vigentes para el desarrollo Integral de la Industria».

A continuación se desarrolló un entretenido panel sobre «Producción diferenciada». Allí, el Ing. Alejandro Urquiza, (CAPEBA) abordó el tema: «Producción circular y autosustentable»; el Ing. Juan pablo Coutsiers, (CABIOCOR) se refirió a «Optimizaciones en plantas de extrusado. Cogeneración con gas natural»; y el Ing. Pablo Sánchez, expuso acerca del «Proceso de transformación de una empresa agrícola ganadera en agroindustrial». La moderación del panel estuvo a cargo de Walter Albretcht.

Nuevas alternativas, el caso del girasol 

Luego del almuerzo, llegó la disertación del Lic. Pablo Cavalieri Iribarne, sobre el tema: «Relaciones interpersonales. ¿Quién no tiene una relación para mejorar?»; luego Pablo Barbieri (productor de la provincia de Buenos Aires), abordó la «Extracción de aceite de girasol por doble prensado. Similitudes y diferencias con el extrusado de soja»; y el tecnólogo Pablo Calegaris, se explayó sobre las «Consideraciones generales de producción de aceite para plantas de biodiésel.

Luego de un coffee break, la directora del Centro de Estudios y Servicios de la BCSF, Lic. Lucrecia D’ Jorge, abordó el tema: «Importancia de la agroindustria a nivel provincial y nacional», y por último, el Ing. Gustavo Perlo, habló sobre: «Los nichos de mercado como puerta de ingreso de las Pymes al mundo de la exportación».

Nichos de mercado

En referencia a esto, Pirlo destacó que «primero hay que detectar en el mundo las necesidades que hay, y a partir de allí detectar los nichos de mercado». Porque acá insistimos en hacerlo a la inversa, y así no podremos avanzar. «Un nicho de mercado es una porción del mercado en la que los individuos poseen características y necesidades homogéneas, las que no están del todo cubiertas por la oferta, lo que exige capacidad de innovar sobre lo ya conocido», explicó.

Y agregó que para encontrar un nicho con capacidad económica para pagar, se requiere que alguien se ponga a hacerlo. «Entramos a un negocio que en una primera instancia no es tan competitivo. Pero primero hay que ver si no hay ningún grande haciéndolo, entonces ahí está la oportunidad», sostuvo.

Finalmente, opinó que las empresas grandes encaran las puertas grandes, «pero para nosotros esa no debe ser nuestra meta central, debemos meternos en la estela del barco, nunca podremos abastecer al mercado chino, por ejemplo. Siempre conviene arrancar por un mercado doméstico y generar bases firmes. Las muletillas políticas generalmente no coinciden con las realidades productivas para abastecer esos mercados», graficó.

FUENTE: Campolitoral

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