Aunque en menor medida, también se beneficiaron los lotes de soja de segunda y los algodones implantados en noviembre. Para los cultivos tempranos, en cambio, la humedad llegó demasiado tarde.
Algunos cultivos del centro norte santafesino lograron reaccionar positivamente a las lluvias que retornaron a la región a mediados de marzo. Los más beneficiados resultaron los lotes de maíz de segunda que fueron sembrados más tarde, indica el último reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe. En cambio para otro cultivos la humedad llegó demasiado tardes y los daños no pudieron revertirse.
«Se observó que los cultivares sembrados en última instancia o alternativa, fines de febrero de 2023, fueron los que reaccionaron favorablemente, presentaron un buen a muy buen desarrollo vegetativo y comienzo de estadios reproductivos, particularmente los maíces tardíos», detalla el sondeo semanal.
En simultáneo, la predominancia de altos porcentajes de humedad y precipitaciones, «condicionaron casi en su totalidad el proceso de cosecha de maíz temprano, algodón y soja temprana». En los departamentos del norte, centro y sur santafesino, «solo se concretó la recolección en unos pocos lotes y sin variaciones en los resultados ya enunciados».
Los últimos siete días, en los 12 departamentos bajo seguimiento los montos pluviométricos acumulados alcanzaron mínimos de 05 a 10, medios de 25 a 30 y máximos de 42 a 55 mm. En el norte de los departamentos Vera, General Obligado y San Justo se destacaron los 85 a 90 mm que se registraron.
Maíces
El SEA remarcó que «el cambio en la secuencia de las precipitaciones de los últimos períodos favoreció el panorama de los maizales tardíos, que aprovecharon plenamente la humedad ambiente que se generó, especialmente los sembrados en las últimas instancias, a fines del mes de febrero».
Por este motivo, «el estado de los sembradíos cambió y mejoraron, se los encontró desde buenos a muy buenos y hasta algunos lotes regulares, donde las precipitaciones fueron de menor importancia».
Los de primera, en tanto, avanzaron muy lentamente en el proceso de trilla, proceso que lleva dos semanas consecutiva. La demora se debió a que «estuvo condicionado por los eventos climáticos, nubosidad, alto porcentaje de humedad ambiente o precipitaciones que originaron la falta de piso y la humedad de grano».
El grado de avance alcanzado hasta la fecha fue del 78 %, acusando un progreso intersemanal de sólo 1 punto y un retraso de 7%, en comparación con la campaña pasada. «Los resultados obtenidos no variaron, continuaron siendo muy bajos a bajos». Los rendimientos promedios mínimos y máximos logrados hasta la fecha, en las diferentes áreas fueron:
Área norte: departamentos Nueve de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, entre 6 – 9 a 12 qq/ha hasta 25 – 30 a 35 qq/ha, con lotes puntuales de 50 a 56 qq/ha,
Zona centro: departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, entre 08 – 15 a 20 qq/ha hasta 30 – 35 a 45 qq/ha, con lotes puntuales de 60 a 65 qq/ha.
Región sur: departamentos San Martín y San Jerónimo, entre 18 – 20 a 22 qq/ha hasta 32 – 35 a 45 qq/ha, con lotes puntuales de 76 y 80 qq/ha.
Sojas
En el caso de los lotes de soja de primera, si bien las condiciones ambientales cambiaron los beneficios resultaron -en general- «muy escasos o nulos» y no se verían reflejados en los próximos rendimientos, debido a que los cultivares se encuentran en estados vegetativos avanzados. «Los sojales se encontraron en dispares estadios reproductivos y en condiciones muy complejas, desde muy buenas, buenas, regulares a malas, por las muy variadas realidades acaecidas durante todo el transcurso del ciclo».
A modo gráfico, el reporte incluye dos imágenes -a igual fecha, en 2022 y 2023- de un mismo lote de soja de primera en R8 en el centro del departamento Castellanos. Claramente, el año pasado el cultivo había alcanzado la madurez plena con buena carga de chauchas. En este, en cambio, recién inicia el proceso de madurez con un estado muy desmejorado.
Las sojas de segunda, en tanto, «tendrían la posibilidad de un mejor cierre de ciclo, con disponibilidad de agua útil en los suelos y con ello, una fructificación más positiva» tras el cambio de tendencia climática «particularmente los que se encontraban en estado bueno o regular, los cuales».
En el norte del área de estudio, particularmente en los departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado y norte de San Javier, «continuó observándose a los cultivares en un mejor estado general, por lo que las nuevas precipitaciones registradas favorecieron la evolución de la oleaginosa, en sus variadas realidades».
Algodón
El SEA indicó, además, que la cosecha del algodón resultó afectada en su desarrollo por la inestabilidad climática y las precipitaciones. «Solo se avanzó lentamente, en algunos lotes aislados».
Paralelamente, continuó la preparación de los algodonales para futuras recolecciones y se aplicaron defoliantes en las parcelas donde la apertura de las cápsulas superó el 70% de los ejemplares. También prosiguió el tratamiento con herbicidas e insecticidas, en casos puntuales.
Los rendimientos fueron similares a los del período anterior, con valores mínimos desde 400 a 600 kg/ha y máximos de 1200 a 1300 kg/ha, con algunos lotes puntuales que llegaron a los 2000 kg/ha.
Los cultivares recolectados en el período, fueron los sembrados en fechas tempranas -octubre- que a su vez restularon los más afectados por las altas temperaturas que originaron estrés térmico y el estrés hídrico por la falta de humedad.
Los algodonales implantados tardíamente -noviembre- se hallaron en etapas fenológicas menos avanzadas, plena floración y formación de cápsulas, por lo que las últimas lluvias, mejoraron sus condiciones. «Se los observó en estado muy bueno, bueno y regular hasta malo, por las precipitaciones muy heterogéneas o irregulares en el volumen precipitado y en su dispar distribución geográfica».