Juan Ignacio Luna y Bautista Almirón, son el rostro de esta nueva camada de productores que apuestan por la genética y la excelencia en el Braford.

 

En la Expo Rural de San Justo, epicentro de la ganadería santafesina, una nueva generación de productores ganaderos toma protagonismo.

En un sector que a menudo se asocia con el legado familiar, dos jóvenes de la provincia de Santa Fe demuestran que la pasión, la innovación y la visión de futuro son los ingredientes clave para el éxito.

Juan Ignacio Luna y Bautista Almirón, son el rostro de esta nueva camada de productores que apuestan por la genética y la excelencia en el Braford.

Cabaña Sapucay: un sueño que se hace realidad

Juan Ignacio Luna, de Campo Andino, es la nueva incorporación a la exposición con su Cabaña Sapucay. Con una historia familiar ligada a la ganadería, Juan Ignacio decidió hace dos años dar el salto y profesionalizar esa pasión.

«De chico acompaño a mi viejo en esta pasión. Empezamos con el Braford, fuimos mejorando productivamente y yo fui el loco de arrancar con la cabaña», cuenta con una sonrisa.

Luna destaca la importancia de la transferencia embrionaria y las nuevas tecnologías para mejorar la producción.

«La producción cambia abismalmente cuando arrancás con eso y es una locura», asegura. Su debut en la Expo Rural de San Justo fue un éxito rotundo, llevándose varios premios que lo motivan a seguir invirtiendo en el sector.

El objetivo de Sapucay es claro: producir un Braford carnicero y productivo. «Buscamos un animal de frame más chico, moderado, bien carnicero, para que el cliente pueda destetar terneros más pesados», explica.

Para Luna, la ganadería tiene un futuro brillante, especialmente para aquellos que la abordan con pasión. «Es una beta muy importante para aquel que le gusta y quiere desarrollarse en esto. Creo que tiene mucho futuro y, si lo tenés con pasión, más todavía».

Cabaña Los Estribos: de la zona lechera al Braford de calidad

Bautista Almirón, de la Cabaña Los Estribos ubicada en la localidad Progreso, también representa a esta nueva ola de jóvenes ganaderos. En una zona históricamente lechera, su apuesta por el Braford se debe a las características del terreno.

«Estamos muy cerca de la costa del Cululú, con mucho campo duro, así que arrancamos con la cabaña más que nada para genética para nosotros», cuenta. Esta aparente desventaja se convierte en una fortaleza, ya que los Braford de Los Estribos salen de ahí listos para trabajar en condiciones difíciles.

Almirón ha visto el crecimiento de la Expo Rural de San Justo en los últimos tres años, tanto en la cantidad como en la calidad de los animales. Para él, la clave del éxito está en el trabajo constante, la inseminación artificial y la transferencia embrionaria.

Más allá de lo técnico, Bautista destaca la falta de mano de obra joven en el campo y alienta a su generación a sumarse a la actividad.

«El campo te da un montón de cosas: te da amigos, te da reuniones, te da contacto, te da tranquilidad», reflexiona. La pasión, al igual que para Luna, es un pilar fundamental. «Hay que hacerlo con pasión. Eso es clave», enfatiza.

La historia de Juan Ignacio Luna y Bautista Almirón no es solo la de dos jóvenes productores. Es el reflejo de una ganadería que se moderniza, que abraza la tecnología y que se nutre de la pasión de una nueva generación dispuesta a tomar las riendas del futuro del sector.

Su éxito en la Expo Rural de San Justo es una muestra de que el campo santafesino tiene una cantera de talento que, con visión y dedicación, está destinada a cosechar grandes logros.