FUENTE: Juan Manuel Fernández/Campolitoral

El flamante Director de la Experimental, Marcelo Paytas, destacó el rol de la institución “no solo para el agro sino para la comunidad en general”. En el cargo desde marzo, propone un enfoque de equipos, interdisciplinarios e interinstitucionales, “que suenan bien en la teoría pero es necesario que ocurra”.

La Estación Experimental Agropecuario (EEA) de INTA en Reconquista se apresta a celebrar mañana su cumpleaños número 60 en medio de un proceso de actualización que propone la nueva gestión que desde marzo encabeza, como nuevo director, el ingeniero agrónomo Marcelo Paytas. Las actividades conmemorativas estarán adecuadas a la pandemia y se limitarán a un acto protocolar virtual que tendrá lugar entre las 11.30 a 12.30 horas y será transmitido por el canal de Youtube de la EEA.

“Aparecen oportunidades de gestionar desde otro lugar por la pandemia”, dijo a Campolitoral el joven director, quien con 39 años acumula una vasta trayectoria académica y científica que incluye un doctorado en la Universidad de Queensland, Brisbane, Australia (2006-2009) en ecofisiología de algodón. Sobre este cultivo, dijo, en la Experimental están trabajando en el mejoramiento de variedades, prácticas agronómicas para el manejo sustentable y en la cadena de valor sobre la trazabilidad de la fibra. Destacó que los trabajos están a cargo de un “equipo joven muy interesante, con INTA, Conicet y facultades”.

Paytas remarcó la relevancia del INTA Reconquista en el norte provincial, tanto durante sus 60 años de historia como en la actualidad “no solo para el agro sino para la comunidad en general”, con presencia en toda la región. Esto se refleja en las Agencias de Extensión Rural (AER) en Las Toscas, Calchaquí, San Javier, Tostado, Villa Minetti y Garabato, que trabajan con la misión de “llegar al productor, organizar y aconsejar, coordinar actividades en el territorio, llevar adelante investigaciones, extensión…”.

Los inicios 

Cuatro años después de la creación de INTA a nivel nacional, recordó el director, la EEA Reconquista “nace en 1960 cuando se convierte lo que hoy es el campo de La Lola en la Experimental”. En aquella época las actividades se concentraban en el algodón en verano y en el lino en invierno. Al cabo de una década avanzó en el desarrollo de pasturas, producción animal y maquinarias como “la Sapucay” en 1975, primera cosechadora de algodón motorizada para dos surcos, antecesora de la exitosa Javiyú (“capullo” en guaraní) que se presentó en 2005 y conquistó, por ser de arrastre, sencilla y de bajo costo, países algodoneros de la talla de Turquía o Sudán. “Hay una historia muy larga de desarrollos, obtenciones y logros a nivel organizacional y en el territorio que posicionan al INTA Reconquista en el norte provincial y hace que sea reconocido por la gente”.

El impacto social de INTA se resume, por ejemplo, en las más de 100 personas que emplea, sobres las cuales Paytas remarcó su “calidad y potencial humano”. Y aseguró: “tenemos un plantel de personas muy motivadas, muy entusiastas”. En los pocos meses que lleva de gestión supo de la “necesidad de superación y el compromiso”. También destacó las diversas procedencias, ya que muchos llegan desde otras regiones o provincias en busca de desarrollo personal y profesional. “En esto INTA siempre priorizó mucho la formación del recurso humano y eso se refleja luego en el desarrollo tecnológico que se puede llevar adelante”.

Nueva gestión 

Sobre la orientación que propone darle a la Experimental en su gestión, Paytas mencionó que tiene “algunos componentes bastante disruptivos” en busca de una “nueva manera de trabajar, donde las personas y los equipos de trabajo son el eje principal”. La idea es seguir el mismo rumbo que muestran entidades científico-tecnológicas en el mundo, que “no funcionan si no es bajo un enfoque de equipos, interdisciplinarios e interinstitucionales, que suenan bien en la teoría pero es necesario que ocurra”.

“Trabajar fuertemente la cultura institucional innovadora”, es uno de los ejes de gestión. Foto: Archivo

Su hoja de ruta al frente de la Experimental plantea cinco ejes. El primero es “trabajar fuertemente la cultura institucional innovadora”, que incluye muchos aspectos relacionados a la gestión que se precisa “cambiar, pulir, mejorar”, tanto “hacia adentro como hacia afuera”. En lo interno, con organigramas claros de trabajo y “propuestas a corto, mediano y largo plazo de cada equipo”. Y a su vez -por fuera de la institución- “que cada equipo pueda vincularse con institutos, universidades, el sector privado”. Se trata del componente “más fuerte”, sobre el que se están generando nuevas comisiones de trabajo, transversales, “donde el personal se involucre desde otro lugar, que va más allá de lo meramente técnico”.

Otro de los ejes será dar respuestas a las demandas que genera el territorio en el norte provincial. “Hacer foco en qué nos demanda y en qué podemos contribuir”. A su vez se trabajará en la sustentabilidad “para hacer más eficiente el uso de los recursos” que utiliza la producción. En cuarto lugar mencionó las “innovaciones tecnológicas duras”, como biotecnología aplicada a nuevas variedades de semilla, máquina o software “que van de la mano de un paquete tecnológico” y de la vinculación con el sector privado para que llegue a los usuarios. Y finalmente mencionó las “relaciones internacionales”, que hoy existen con Latinoamérica y el resto de los continentes, apuntando a fortalecerlas. “Hoy tenés África o Asia que están demandando semillas, por ejemplo, que se están desarrollando localmente; o una máquina como la Javiyú”.

La cosechadora autopropulsada y enrolladora de algodón “La Lola” es un ejemplo de integración público-privada, que Paytas anticipó se lanzará oficialmente al mercado -con otro nombre- en octubre próximo. Es la más reciente de una lista que incluye otras máquinas, aún en desarrollo, como la cosechadora de granos de baja escala “La Reconquista” y otra de recolección de caña de azúcar que quedó en suspenso al extinguirse el cultivo en la región. Los más recientes desarrollos, sobre los que se trabaja en la actualidad, son prototipos “de una plantadora de semillas agámicas para la producción animal; una raleadora de monte; y una micro ensiladora”, anticipó.

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