Este viernes, en la sede de la Sociedad Rural de Santa Fe, se desarrollará una jornada de capacitación sanitaria con un eje central: los cambios que implementará el Senasa en la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa. El responsable del programa nacional de lucha contra esta enfermedad, el Médico Veterinario Horacio Angélico, adelantó los principales puntos que guiarán su disertación y despejó dudas sobre el futuro sanitario de la ganadería argentina.
Un reclamo del sector con sustento técnico
“Era un pedido de las entidades y de los productores, pero también una adecuación necesaria a la situación epidemiológica actual”, explicó Angélico. La Resolución 711/2024, ya publicada, establece que a partir de 2026 la segunda campaña del año se limitará a la vacunación de terneros y terneras, reduciendo así el alcance de los operativos.
El cambio llega en un contexto favorable: Argentina lleva casi 20 años sin brotes de fiebre aftosa, con un esquema de control sostenido y un monitoreo permanente. “Todos los años realizamos muestreos serológicos que certifican que el virus no circula en el país. Esa es la base técnica que nos permite avanzar en este sentido”, detalló.
Un mapa regional alentador
Angélico destacó que la región también muestra progresos. “Brasil y Bolivia ya retiraron la vacuna en todo su territorio y en mayo pasado fueron reconocidos como libres de aftosa sin vacunación por la OIE”, señaló. En cambio, otros países de Sudamérica mantienen el estatus de libres con vacunación, mientras que Venezuela continúa con su certificación suspendida.
Preparados ante una eventual emergencia
Consultado sobre los mecanismos de respuesta en caso de un eventual foco, el especialista fue enfático: “La clave es la notificación rápida. Si un productor o un veterinario observa síntomas compatibles y avisa al Senasa, el organismo actúa de inmediato: se toman muestras, se envían al laboratorio y en 24 a 48 horas se confirma el diagnóstico. Con acción rápida, los focos se pueden contener sin necesidad de medidas que afecten a todo el país”.
Mirada a futuro: mercados y oportunidades
Angélico aclaró que la nueva normativa no significa que Argentina dejará de vacunar. “Eso será una discusión futura, política y consensuada”, subrayó. Sin embargo, no dejó de reconocer que, a largo plazo, alcanzar el estatus de país libre de aftosa sin vacunación abriría nuevas oportunidades comerciales.
“Hoy tenemos prácticamente todos los mercados abiertos, pero para acceder a destinos premium como Japón, que permiten exportar carne con hueso, es necesario contar con ese estatus. Además, habría ventajas para los productores: menos costos, menos restricciones comerciales y mayor competitividad internacional”, remarcó.
Una política de Estado consolidada
Finalmente, Angélico puso en valor la continuidad de las políticas sanitarias en Argentina: “Se ha sostenido una verdadera política de Estado durante dos décadas. Eso permitió recomponer nuestro estándar sanitario y mantener a la Argentina entre los principales proveedores de carne del mundo”.
Con estas definiciones, la jornada de mañana en la Rural de Santa Fe se presenta como un espacio clave de actualización y debate para productores, veterinarios y técnicos que buscan anticiparse a los desafíos sanitarios de la próxima etapa.