En plena cuenca lechera santafesina, CLAAS Argentina llevó a cabo su 31° jornada Experiencia y la 12° realizada en Sunchales. Unos 350 productores, asesores y contratistas se acercaron al encuentro de capacitación a campo que también es convocado por KWS Argentina y empresas de la envergadura de Mainero, Cestari, Jacto, Gentos, Richiger, Akron, Kioshi, Plastar y Apache.

En esta edición, la jornada desplegó los contenidos forrajeros por la mañana y los de agricultura por la tarde. En cada instancia, CLAAS montó su nuevo espacio exclusivo de intercambio con clientes denominado World CLAAS. En un sector del campo, un equipo integrado por directivos, técnicos especialistas y comerciales de la marca interactuaron con usuarios y compartieron novedades en servicios y repuestos, además de una capacitación integral sobre los nuevos instrumentos financieros que dispone la empresa y temas como el uso de TELEMATICS Y AGROCOM, dos herramientas tecnológicas de agricultura de precisión. Allí los clientes pudieron también realizar pruebas a campo de máquinas nuevas y usadas.

La novedad fue el anuncio del nuevo Centro Logístico de Repuestos que comenzará a funcionar en Sunchales. Con el objetivo de agilizar la asistencia técnica y la distribución de repuestos, CLAAS concentrará todo en esa localidad y desde allí, con la ayuda de una empresa de logística contratada especialmente, acelerará los tiempos de reparto a cada rincón del país. “Es una gran noticia para nuestros clientes, que mejorará sustancialmente su experiencia como usuarios de la marca. Sabemos que cuando se está trabajando cada minuto cuenta y estamos haciendo todo para que nuestros clientes nunca paren”, expresó Eduardo Gross, vicepresidente y director comercial de CLAAS Argentina. “Además, anunciamos también que tenemos alternativas de financiación propia para la compra de picadoras, en dólares, con una tasa del 3,5% a 4 años”, agregó.

Henificación

“Tenemos el potencial para duplicar el consumo y la producción de pasto en Argentina, especialmente de alfalfa”, dijo José Jáuregui, de Gentos. ¿Cómo lograrlo? “Seleccionar materiales de genética que se adapten a nuestro sistema y entrar temprano a las alfalfas”, disparó. “Entrar cuando la alfalfa tiene siete u ocho nudos durante la primavera nos permite altas tasas de consumo, comer todo el pasto y de calidad, lo que redunda en más leche y más carne. En el otoño, darle un descanso cuando los días se hacen más cortos. Dejar que la planta llegue a 13/14 nudos, eso nos va a permitir no comprometer la persistencia y lograr altas tasas de consumo durante todo el año”, puntualizó Jáuregui.

La elaboración de un rollo o megafardo de calidad demanda las mismas operaciones de corte, rastrillado, henificación y estivado que uno de mala calidad. La diferencia radica principalmente en ejecutar esas actividades en el momento oportuno y con las regulaciones adecuadas para cada caso«, aclaró Federico Sánchez, asesor de producto de CLAAS Argentina.

 

Entre las recomendaciones de Sánchez para realizar el corte de alfalfa con CLAAS DISCO se destaca efectuar hacerlo cuando el rebrote basal alcance los 5 cm de altura y evitarlo en estados más avanzados, dado que el 70% de la calidad del heno depende del momento fenológico de corte. “Es fundamental trabajar con cuchillas bien afiladas que permiten realizar cortes netos sin desgarros y mejoran el rebrote, disminuye, la pérdida de hojas y reducen el requerimiento de potencia de la segadora. DISCO está equipada con el sistema PLUS de cambio rápido, que permite invertir el filo de la cuchilla en solo segundos”, detalló.

Otro aspecto fundamental es determinar la humedad del forraje ya que es una variable que incide directamente sobre la calidad del heno. «Si el forraje no fue secado adecuadamente y es henificado con un contenido de humedad superior al 20%, se produce un mayor deterioro y el desarrollo de hongos. La ventana óptima para la henificación de rollos oscila entre el 13% y el 19% de humedad, mientras que en megafardos el rango de trabajo es de entre 11 y 17%, dada la alta compactación que producen estos equipos”, detalló.

Es por eso que la CLAAS QUADRANT 3200 RF viene equipada con un sensor de humedad que permite conocer siempre la humedad del pasto que se está henificando. «Si los contenidos de humedad son inferiores al 10%, los valores de pérdida de hoja van a superar el 4%, que es el límite de tolerancia establecido para no afectar la calidad del heno por disminución de proteína bruta», recalcó Sánchez.

Luego, Marcos Formica, de Mainero, se refirió a la segadora 6071 que se vio en el campo de Sunchales. Es una máquina de 3,50 metros, con una lanza pivotante y tiro central. También a los dos tipos de rotoenfardadora que posee la marca, una pica el pasto y otra que no. La convencional es la 5887, con atador de red que permite hacer pasturas y rastrojo sin ningún tipo de ajuste. En el caso del mixer, en Sunchales se vio el 2932, que tiene tres sinfines horizontales y puede procesar los rollos enteros. Permite hacer la tarea con menos consumo de potencia y prolonga los intervalos de mantenimiento.

Silajes

Mauricio Acosta, de KWS Argentina, expresó la necesidad de cosechar el maíz con la mayor cantidad de materia seca digestible. Para ello, un tema clave es la ventana de picado, que en el caso del semillero es de 20 días. “Es un dato relevante porque le da más tiempo al contratista para llegar a picar con el cultivo verde, con niveles de humedad y sin perder los atributos de calidad”, dijo. En el campo de la jornada, se pudieron ver distintos híbridos, con especial foco en el KWS 4020 Viptera 3, apto para silo, y 4580 VT3pro, para silaje y grano.

Para aprovechar el potencial de producción que ofrecen estos híbridos, Sánchez explicó que en la Argentina existe una herramienta estratégica denominada SHREDLAGE. Se trata de una nueva generación de crackers que equipa a todas las JAGUAR y permite el procesado de los granos de maíz en cualquier estado de madurez, aún con más de 45% de materia seca.

“Para muchos nutricionistas y asesores, contar con un procesador de granos que permita demorar el momento de picado y lograr una mayor acumulación de almidón en grano es un elemento clave. Esto posibilita confeccionar un silaje de maíz más energético, que impacta en la disminución de costos de producción porque se necesitan menos kilos de silaje para producir la misma cantidad de kilos de carne por hectárea, a la vez que se requiere menos cantidad de grano extra para alcanzar la misma proporción energética en las dietas”, explicó Sánchez.

A continuación, Fernando Clemente, de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, presentó una clínica de forrajes haciendo hincapié en la importancia de analizar el silaje para poder clasificarlo y destinarlo a categorías con determinados requerimientos. Además, destacó la necesidad de identificar porcentaje de humedad de un silo, sus características organolépticas y la calidad química del forraje. Para esto, la Cámara cuenta con un laboratorio portátil de tecnología NIR con el que prestan servicio a los socios.

 

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