Rafael Mayoraz es un productor cuya familia practica la ganadería desde 1939 en el distrito. Junto con un nutrido grupo de 40 productores de la zona recientemente conformaron una Cooperativa para poder concretar soluciones a sus problemas comunes, arrancando por mejorar la conectividad a internet. «Es una zona con poca densidad de población, pero tenemos problemas comunes, por lo que queremos avanzar hacia una aldea global», le dice a Campolitoral con entusiasmo.
Una de las urgencias que los unificó es el daño que está causando la caza indiscriminada en la zona, a raíz de la proliferación de chachos salvajes y jabalíes.
«Armamos una movida muy importante y nueva, primero para tener internet, para lo cual armamos una cooperativa», explica. «En esta época que un grupo de gente empiece algo así indica algo. A partir de allí, empezamos a hablar de otras cosas y otros problemas que tenemos. Pero no quisimos ir por la protesta, sino por la la propuesta y eso es novedoso», agrega. «Gracias a lo de internet se armó una especie de comunidad virtual; ya no somos los que estamos en el campo o el pueblo, porque somos gente que vive en distintos lugares, pero que tiene su lugar de producción en Aguará».
Un dolor de cabeza
Una de las cosas que surgió en base a esa nueva conexión que los une, fue revertir el daño que están causando los cazadores furtivos, que atentan contra los campos por falta de cuidados y por desconocimiento del movimiento de un establecimiento productivo.
«Hay cazadores que se meten y asustan a los animales, incluso aparecen animales muertos o maltratados. No hablamos del cazador deportivo, sino de una actividad indiscriminada, ya que hablamos de sistemas de fauna muy frágiles. A veces estos daños son muy graves, y en cuanto al trabajo de los establecimientos hay casos de faltante y de muerte de animales», se lamenta.
«Pedimos que se cumplan las leyes, hay animales que mueren por disparos de arma de fuego, a raíz de un problema muy común en la zona».
En este sentido, Mayoraz explica que decidieron hacer conocer a las autoridades lo que está pasando y pedir el cumplimiento de las leyes. «Que se respete el derecho de los productores a no permitir a que se cace, o quien uno autoriza a entrar. Vamos a poner carteles para que la gente sepa, y difundir al máximo esta cuestión» expresó.
Yendo al fondo de la cuestión, agregó que la idea es trabajar con conjunto con toda la comunidad, porque esto afecta a toda la gente de la zona.
«Esto recién empieza, es un primer paso, pero queremos avanzar en otros temas, como en materia de comunicación y caminos, la transitabilidad vial. Eso significa inclusión. Además nosotros con estas ideas que son muy fuertes vamos encontrando apoyo de parte de las autoridades», insistió.
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«Una carnicería»
«Estas dos imágenes son proporcionadas por un productor, y son consecuencias de CAZADORES QUE INGRESAN A NUESTROS ESTABLECIMIENTOS SIN PERMISO A CAZAR CON PERROS, y los perros en algunas oportunidades provocan estos daños comprobables en la hacienda. Se trata de perros denominados potencialmente peligrosos, ANTE DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS PROCEDEN IGUAL QUE CUANDO ATACAN A LOS CHANCHOS DE MONTE, igual muchos de esos perros mueren en el intento abierto por los colmillos de los chanchos salvajes, por eso usar perros para cazar de esta manera ( no es igual que la caza autorizada de la perdiz o el pato), estos perros van tras la presa y la matan a mordiscos en el cuello y a veces el chancho los mata a ellos, provocando una verdadera carnicería y los dueños impávidos ante estas consecuencias», se lamentó Daniel Tosone, otro de los miembros del grupo.
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