Fuente: Aire de Santa Fe
Autor: EZEQUIEL NIEVA
“La vida se ve distinta a caballo”, dice Esteban Llimós y se acomoda el sombrero de ala ancha. Esteban va montado sobre Maruja, una yegua zaina mestiza que forma parte de la tropilla de La Madrina Cabalgatas, un emprendimiento que busca imponerse dentro del circuito de turismo rural en el centro de la provincia de Santa Fe.
Al sur de Llambí Campbell y al oeste de Nelson, donde se encuentran el río Salado y el arroyo Cululú, el veterinario Esteban Llimós diseñó un circuito de cabalgatas –con diferentes recorridos y distinto grado de dificultad– para que los lugareños y los visitantes puedan vivir la sensación de recorrer el campo a caballo. Una experiencia que ayuda a cortar la rutina diaria de las grandes ciudades con un baño de naturaleza.
Al campo donde comienzan los recorridos de La Madrina Cabalgatas se llega desde Santa Fe por la ruta 11 y luego por la ruta 4, a partir de Nelson. Pasando Manucho, después de cruzar el puente sobre el Salado, se ubica el punto de partida. Está a solo una hora de la ciudad de Santa Fe.
El triángulo imaginario que se forma en la confluencia del río Salado y el arroyo Cululú, al norte de la ruta 4, es una postal típica del centro provincial, donde predominan la siembra de trigo, soja y maíz, el tambo y la actividad ganadera. La geografía de llanura, apenas interrumpida por algunos montes, invita a largos paseos a caballo, a paso tranquilo, en conexión con la naturaleza, los colores y los aromas típicos de las zonas rurales de la región.
LA VIDA A CABALLO
Los dos atractivos centrales del recorrido son los paisajes y la vivencia de montar en campo abierto. Los paseos están pensados para personas de todas las edades, con o sin experiencia previa. Junto José Doldán y Franco Colombo, los otros guías, Esteban diseña los recorridos a medida de los visitantes.
El primer ritual es el acercamiento al animal. “Existe un mundo, un lenguaje, una comunicación con el caballo”, define el creador de La Madrina Cabalgatas. Lo más importante es la química que se tiene que generar antes de iniciar el paseo. “La persona elige al caballo y el caballo a la persona”, asegura Esteban. En otras palabras: lo primero es descubrir el caballo, sus tiempos, sus movimientos. Y en el mismo proceso, dejarse descubrir.
Para Esteban, se trata de una cuestión apasionante, de una hondura casi existencial: “El caballo no es una bici; es un ser que te va a aceptar a vos y vos a él. Se tienen que conocer, entender y formar un binomio. Cuando vos lográs el binomio y confían el uno en el otro, se dan las mejores experiencias”.
¿Y cómo se ven las cosas desde arriba del caballo? “Voy a contar una intimidad: esto lo disfruto tanto que lo empecé a compartir con más personas. Yo esencialmente soy cliente de cabalgatas, hoy gracias a Dios tengo un emprendimiento, pero tengo muchos amigos y recorremos las provincias, las distintas cabalgatas, por la única razón de que la vida se ve distinta a caballo. Cuando vos enfocas tu mirada entre las dos orejas del caballo hacia adelante, en el horizonte, no hay otra cosa que te llene más de satisfacción”.
DE DÍA Y DE NOCHE, CON FRÍO Y CON CALOR
Las cabalgatas se pueden organizar en distintos horarios según la época del año. La primavera y el otoño son los momentos ideales para disfrutar del campo, ya que las temperaturas acompañan y los paisajes explotan de colores y aromas. También los días soleados de invierno invitan a recorrer la zona, sin tantas dificultades.
Para este verano, Esteban y sus compañeros de La Madrina idearon una variante novedosa: las cabalgatas nocturnas en las noches de luna llena. “Cabalgar de noche es una experiencia muy especial porque todos los sentidos se agudizan, tanto para vos como para el caballo”, se entusiasma el veterinario.
La confluencia del río Salado y el arroyo Cululú generan un ámbito único por su belleza y sus contrastes. Sobre las barrancas del Salado el terreno es limpio y con poca vegetación; algún árbol interrumpe la verde llanura donde sobrevuelan las garzas y los teros. A medida que el jinete se acerca a la margen del arroyo Cululú, el paisaje cambia y se pueden observar algarrobos, espinillos y aromitos. Dos atractivos muy distintos entre sí, cada cual con su magia y sus misterios.
DE SALTA A SANTA FE
Oriundo de Salta, Esteban Llimós llegó a Esperanza para estudiar veterinaria y nunca más dejó la región. Actualmente alterna entre su San Lorenzo natal –un bello pueblo cercano a la capital salteña, en plena quebrada y rodeado de montañas– y Santa Fe, donde puso en marcha su emprendimiento de cabalgatas para compartir su pasión con todos los que gusten de las experiencias al aire libre y en pleno contacto con la naturaleza.
“Mi relación con los caballos arranca de chico. Lo que más me cautivó es que se genera una relación afectiva no solamente con ellos, sino entre las personas que se frecuentan. Me encantan las travesías, las cabalgatas, el aire libre, los caballos y todo lo que genera el contacto con la naturaleza”, cuenta Esteban.
Bajo esa premisa, comenzó compartiendo las cabalgatas con sus hijos y con algunos amigos y de repente se empezaron armar grupos más grandes, primero Monte Vera y desde hace un año en Cululú.
“Lo que hacemos es tratar de compartir un día, en familia o con amigos, permitiendo que la naturaleza se vaya manifestando en el paisaje, en el caballo, en la charla, en los ruidos, en la luz, en el sol… Se van generando escenarios muy interesantes para profundizar y conocerse desde otra óptica”.
Esteban no tiene dudas de que las cabalgatas a campo abierto son una experiencia que deberían vivir todos los santafesinos: “Es lo que viene buscando la mayoría, escapándose de la rutina. Y eso es lo que genera el caballo: te permite conectarte desde otra óptica”.
Al caer la tarde, el paseo finaliza en el mismo punto de partida donde Esteban y sus amigos ofrecen a los visitantes una picada de quesos y unos chorizos asados, bajo las frondosas copas de los árboles. La guitarra y el bombo invitan a entonar unas chacareras mientras la noche empieza a adueñarse de la llanura.
CONTACTOS
La Madrina Cabalgatas
Esteban Llimós +54 9 3496 53-4215