En un evento organizado por la Iniciativa «4 por 1000”, enfocada en el cuidado del suelo para la seguridad alimentaria y el clima, Aapresid expuso el potencial de la ASV en este sentido como modelo para la mitigación y adaptación al cambio climático.

El 10 y 11 de diciembre, Pedro Vigneau, Presidente honorario de Aapresid y Marcelo Torres, miembro de la Comisión Directiva y Director Adjunto de Prospectiva, representaron a la Asociación en la tercera jornada de la iniciativa “4 por 1000”, que se realiza anualmente en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Bajo el lema “pasar de un proyecto piloto a un cambio a gran escala” Aapresid integró dos espacios. El primero de ellos, en el marco de los discursos inaugurales, del que participaron Ministros de Agricultura y decisores políticos de distintos países, directivos y miembros de 4per1000. El segundo, durante la sesión plenaria de socios de la iniciativa, representando a productores de América Latina.

Marcelo Torres hizo hincapié en el apoyo que desde hace 30 años Aapresid brinda a los productores argentinos para desarrollar el sistema de siembra directa: “Esta tecnología cambió el paradigma agrícola. Hoy, el 90% de la agricultura argentina se realiza en SD y nuestro país se ha convertido en líder global en control de la erosión del suelo”.

Posteriormente, Torres remarcó la importancia de las enseñanzas tras 30 años de experiencia “donde hemos aprendido que la siembra directa es una condición no negociable para la agricultura sustentable y que continúa evolucionando hacia sistemas que mantengan suelos siempre verdes, cubiertos con cultivos vivos el mayor tiempo posible. Por eso desde Aapresid proponemos avanzar en el camino de la “Agricultura Siempre Verde”.

A su turno, Pedro Vigneau, expuso en representación de la Global Conservation Agriculture Network -GCAN- (de la que Aapresid es parte), resultados generados en Argentina en línea con modelos de Agricultura Siempre Verde en sistemas bajo SD, haciendo especial hincapié en su rol como modelo capaz de contribuir a la mitigación y adaptación del cambio climático.

“A través de la fotosíntesis las plantas son capaces de tomar el CO2 de la atmósfera y devolverlo al suelo como carbono orgánico. A través de la ASV lo que se busca es justamente potenciar ese proceso. Así lo demuestran los ensayos que se vienen realizando, donde bajo secuencias ‘más verdes’ los stocks de carbono del suelo aumentan en promedio más de 6 toneladas de carbono/hectárea.

Estas experiencias muestran cómo bajo ASV se incrementa la captura e infiltración de agua al sistema. “Esto es clave para mantener el equilibrio hídrico en un contexto de cambio climático donde los excesos hídricos y las inundaciones son cada vez más frecuentes en algunas regiones argentinas.”

Por otro lado, habló de la prestación de servicios ecosistémicos, otro de los ejes de la ASV: “Nuestros ensayos muestran que podemos aprovechar las plantas para controlar malezas, reponer nutrientes, mantener la biodiversidad, reducir la erosión y gestionar el agua. Observamos una reducción en el uso de herbicidas y de la dependencia de fertilizantes sintéticos, lo que contribuye indirectamente a reducir las emisiones”.

Vigneau explicó que los resultados expuestos surgen en gran parte de los programas de investigación aplicada que desarrolla la Institución. “En el marco de nuestro Programa Sistema Chacras, el cual es de referencia a nivel internacional, ya que el ámbito científico trabaja codo a codo con el productor, se viene trabajando en estos modelos desde hace años. Con el apoyo y guía de académicos de distintas instituciones nuestros productores lideran ensayos en condiciones reales y a escala territorial, donde miden el impacto de estos modelos más verdes sobre indicadores físico, químicos y biológicos de suelo”.

En este sentido, Vigneau hizo referencia a la importancia del trabajo interdisciplinario e integral. “Tenemos que ‘traspasar la tranquera’, dejar de pensar en lo estrictamente técnico-agronómico para empezar a tomar contacto con otras disciplinas además de la Agronomía. En esa misma línea se apuntó a la necesidad de involucrar a la sociedad como actor clave del agro-ecosistema. “Hoy pensamos en instancias que impliquen a la comunidad en la generación de soluciones que fomenten el desarrollo territorial”.

A modo de cierre, se reforzó la importancia de trascender el liderazgo que tiene nuestro país en el cuidado de los suelos para posicionarnos como líderes de una agricultura capaz de contribuir a la mitigación de cambio climático.

 

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