Según este asesor técnico de varias empresas y grupos CREA, el daño por sequía y trips en las sojas y maíces tardíos se agrava en un escenario político y económico adverso para la actividad en general.

En una recorrida por las sojas de segunda en la zona de Gálvez, el especialista dialogó con Campolitoral, y remarcó las particularidades de una campaña que arrancó con buenos márgenes hídricos, pero que está cerrando con complicaciones severas al rinde y a la calidad final del grano.

– De la Ruta 34 hacia el oeste muchas soojas se aguantan por las napas altas y siguen colgadas del agua, pero hacia Gálvez en ambientes sin napa ya se observa una gran pérdida de rendimiento. Además vemos la aparición de trips, una plaga que es policíclica y de crecimiento exponencial. Son unos bichitos que hacen un raspado de la hoja y causan un daño foliar: la hoja pierde humedad y es ineficiente en el uso del agua. Se aconseja como umbral no dejarlo subir del tercio inferior de la planta. En sequía crece tanto que sin control previo, el desarollo es exponencial. Esta  semana ya largamos tratamiento de control de trips, y eso va a demorar unos 15 días más en la entrega de la soja.

– ¿Cómo evalúan los daños al cultivo por todo este combo?

– De no llever esta semana, la pérdida será grande, las sojas de segunda están a mitad de camino. Sojas con un potencial de rinde de 3.500 kilos llegarán con suerte a un rinde de 2.000 kilos. En algunos casos hay pérdidas totales.

Crocante. Las sojas de toda la provincia ya evidencian el impacto de la falta de lluvias y altas temperaturas.

– Hasta dónde impactan las nuevas medidas oficiales en el ánimo de la nueva campaña?

– ¡Qué lamentable lo que sestá dando!. Es una pena total el Gobierno continuamente te pone trabas (impuestos, derechos de exportación, burocarcia). La sequía nos golpea, la gente nos ve como si fuéramos unos terratenientes millonarios, pero esto es una fábrica a cielo abierto, lo que planificamos en la computadora está lejos de ocurrir en el campo. Es una sensación de frustración, porque la gente de la ciudad nos ve como enemigos totales. ¿Porqué los políticos en los últimos años se dedicaron a generar esa división entre el campo y la ciudad? Somos todos lo mismo, vivimos en el mismo país, nadie quiere matar a nadie, y esto es lo que nos tocó. Yo soy agrónomo y trabajo con los productores que tienen el campo porque lo compraron o lo heredaron, y esto nos genera una sensación de impotencia total. No poder hacer nada te saca mucho las ganas. El área de trigo se reducirá a la mínima expresión, y con este escenario se hace imposible sembrar maíz. Y eso que el productor quisiera hacerlo porque sabe que es bueno para el suelo y el ambiente, pero haremos la plancha hasta que se solucione esto, y sino se soluciona, será (un planteo) defensivo y el productor adoptará un mecanismo de economía de subsistencia.  Es lamentable, estoy sin palabras.

  Fuente: Campolitoral/Federico Aguer 

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