La Provincia puso en marcha una plataforma digital para concentrar la información de frigoríficos y procesadores de carne. Apunta a la trazabilidad del alimento.

Juan Lazarte, técnico de la Secretaría de Ganadería de Córdoba, copió con el teléfono celular el código QR impreso en el envase al vacío de una bondiola de cerdo. La información revelada daba cuenta del lugar donde se había elaborado el fiambre y el destino para su comercialización. Se trata del primer paso que se da en Córdoba hacia la trazabilidad de los alimentos que se consumen en el mercado interno.

Este puntapié inicial hacia garantizar la inocuidad se enmarca dentro del Programa de Digitalización de Faenamiento e Industria Cárnica de Córdoba (FAE), una herramienta digital que fue lanzada esta semana por el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.

La estrategia está dentro de las acciones que la cartera de agricultura viene llevando adelante desde hace tiempo en materia de digitalización ganadera y que se suma a los trabajos ya realizados para la implementación del Documento Único de Tránsito (DUT) y en el registro de Marcas y Señales.

El FAE consiste en una plataforma que –según sus realizadores– implica múltiples beneficios, no sólo para los establecimientos del sector cárnico habilitados por la Provincia, sino también para los consumidores finales del producto y para el propio Estado.

“Hoy se pone en marcha la primera etapa de este plan integral que consiste en la herramienta digital propiamente dicha y los dos primeros trámites digitales del proceso: la declaración jurada mensual y el denominado Certificado Sanitario de Tránsito Electrónico (CTE). De esta forma, la implementación será gradual hasta llegar al 100 por ciento de los trámites digitalizados”, explicó el ministro Sergio Busso.

Agilidad y calidad

Se trata de una herramienta de autogestión que centraliza los trámites que frigoríficos, depostaderos, fábricas de chacinados y depósitos, actualmente realizan en papel.

Hasta ahora, en forma manual se presentan por mostrador alrededor de 2.500 declaraciones juradas por año, además de 60.000 certificados sanitarios de tránsito preimpresos en talonarios. Este papelerío hace que los hallazgos patológicos muchas veces lleguen a conocimiento con un atraso mínimo de 45 días, aclararon desde el Ministerio.

En dinero significa un gasto en trámites que ronda los 6,280 millones de pesos por año.

A partir del FAE, según explicó el secretario de Ganadería Olden Riberi, los establecimientos se transforman en autogestores, las declaraciones juradas se presentan de forma electrónica y se van confeccionando en forma diaria.

Por otra parte, con la flamante herramienta, en el Certificado Sanitario de Tránsito Electrónico (CTE), el profesional veterinario participa diariamente del proceso productivo, los hallazgos patológicos se reportan de manera inmediata convirtiéndose en una garantía de trazabilidad en tiempo real y el documento acompaña la entrega de los productos en cada destino.

Optativo

La puesta en funcionamiento de la plataforma conlleva la recepción de información en tiempo real para los equipos técnicos de la Secretaría de Ganadería, que tiene en el último eslabón de la cadena la existencia de un código QR con información disponible sobre el producto elaborado a manos del consumidor.

“Con el código impreso, el comprador podrá ver de manera inmediata la trazabilidad completa de lo que acaba de adquirir para consumir: origen, profesional veterinario involucrado, destino del producto, localidad de destino, y valiosa información vinculada a la inocuidad y calidad alimentaria”, sostuvo Lazarte.

Según datos oficiales, las plantas con habilitación provincial faenan por año alrededor de 250 mil bovinos que significa una producción de 45 millones de kilos de carne; 150 mil cabezas de cerdo, que aportan 15 millones de kilos; y 6,5 millones de aves, que generan 15 millones de toneladas de carne.

En el eslabón de la industrialización intervienen dos millones de kilos en depostaderos, 4,7 millones de kilos para elaborar chacinados y 11 millones de kilos anuales en depósitos.

Por el momento, la plataforma es de uso voluntario por parte de los establecimientos y está más enfocada a la industrialización de alimentos a partir del procesamiento de carne bovina y porcina.

Según explicó Daniel Urcía, director ejecutivo de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic), la puesta en marcha de la herramienta digital será de manera gradual, hasta que los actores intervinientes se familiaricen con el procedimiento. Mientras tanto, hasta que el Ministerio de Agricultura disponga lo contrario, los sistemas analógicos y digital coexistirán.

Para que el código QR pueda en el futuro estar en la carne vacuna se debería avanzar hacia una comercialización en cortes dentro del mercado doméstico, en reemplazo de la media res de la actualidad.

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