La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que se trata de una partida de 28.840 kilos, de variedad Syngenta 5×1, producida en Potrero Norte, provincia de Formosa, por el productor Eduardo J. Tessore. Intervino como Corredor Grassi S.A. El mismo fue descargado en la planta de Cofco Internacional S.A., en Timbúes.
Conforme lo establecido por el reglamento de la BCR, Recibidores Oficiales de su Cámara Arbitral actuaron sobre la mercadería descargada en la terminal mencionada. Luego del análisis, realizado en el laboratorio de Cercanía de la BCR, se determinó que la partida cumplió con la norma de calidad para la comercialización de soja.
El lote será rematado en la Bolsa de Comercio de Rosario en el mes de abril del corriente año, y marcará el inicio formal de la comercialización de soja de la nueva campaña. La modalidad del remate será definida en las próximas semanas.
Con 49 millones de toneladas, la primera estimación hecha sobre la condición del cultivo muestra 2 millones de toneladas más que la proyección de enero: «Las oportunas lluvias de fines de enero desbarataron los efectos de una gran ola de calor y pusieron punto final a una sequía que venía condicionado al cultivo desde sus inicios en la franja central del país».
Las buenas a muy buenas condiciones de la soja de primera y de segunda permiten estimar un rinde promedio nacional de 29,2 qq/ha. Esto es casi un quintal más que el promedio nacional de los últimos 8 años, cuando hasta hace un mes se proyectaban rindes por debajo de la media.
Respecto a la siembra, de las 17,3 millones de hectáreas estimadas en enero se alcanzaron a implantar 17,2 millones. Se considera un área pérdida de 390 mil ha, siendo que en los últimos 8 años por los eventos climáticos extremos —sequías e inundaciones—en promedio se dejaron de cosechar 870 mil ha. Todo esto permite estimar a la producción de soja argentina en 49 millones de toneladas.
Fueron 7 días que cambiaron el rumbo de la soja en Argentina: «El inesperado caudal de las lluvias de fines de enero y principios de febrero le dio un vuelco a la campaña de soja. La franja central dejó atrás la falta de agua, y ahora con excelentes reservas en los suelos el cultivo atraviesa sus etapas críticas sin limitantes ni estrés. El impacto ha sido contundente en el cambio de la condición del cultivo en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires. Y aparte se afirmaron las buenas condiciones de crecimiento en el norte de Argentina.
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